- La innovación orientada al bienestar reta a la industria a ofrecer experiencias integrales.
- Los consumidores colombianos buscan equilibrio: productos que unan bienestar y sabor.
En un mundo donde los consumidores exigen cada vez más transparencia, bienestar y sostenibilidad, las marcas del sector lácteo colombiano enfrentan un desafío apasionante: innovar con propósito. Hoy, la innovación va más allá de la tecnología o la modernización de procesos; se trata de poner a las personas en el centro del negocio y entender que el verdadero progreso ocurre cuando las empresas logran mejorar la calidad de vida de quienes las rodean.
Según un análisis realizado por Nielsen en 20241, la preferencia por productos con etiquetas claras y con atributos funcionales como “bajo en azúcar”, “origen natural” o “fortificado” sigue creciendo. En esa misma línea, el estudio Los 5 principales factores de elección de alimentos en el mundo 2024 de Ingredion2 revela que las personas buscan cada vez más valor con sentido, revisando con detenimiento los ingredientes y el origen de lo que consumen para asegurarse de que esté alineado con su bienestar y sus valores.
El nuevo consumidor colombiano no elige solo por sabor o precio: elige balance. Busca productos que nutran el cuerpo y el alma, que combinen placer y salud, que acompañen un estilo de vida consciente y satisfactorio. Hoy, comer bien es una forma de cuidarse y estar bien, razón por la que las compañías que lo comprenden e integran en sus procesos de producción ya están marcando la diferencia.
En este contexto, el sector lácteo vive un momento de transformación significativo en el país: los hábitos de consumo evolucionan y crecen las preferencias por proteínas o productos funcionales. Las empresas que lideran esta evolución son aquellas que se atreven a diversificar, a escuchar al consumidor y a apostar por soluciones más inclusivas, naturales y sostenibles.
En ese sentido, surge la necesidad de integrar el propósito en el corazón de la estrategia empresarial, especialmente en las compañías de consumo, donde las decisiones de compra están cada vez más guiadas por la coherencia y los valores. Innovar con propósito significa alinear la tecnología con el bienestar, el negocio con el bien común y el crecimiento con el cuidado del planeta. Además, implica reconocer que esta forma de innovar no solo permite conectar de manera auténtica con las audiencias, sino que se convierte en una ventaja competitiva que impulsa la diferenciación y aporta al desarrollo sostenible del país.
Celema no se limita a la inversión en infraestructura o tecnología, sino que se enfoca en crear productos que aportan a la vida de las personas. Bajo su compromiso como empresa BIC, la organización promueve una ganadería responsable con prácticas de libre pastoreo, trabaja de la mano con proveedores locales, diseña empaques sostenibles y avanza hacia una mayor eficiencia energética.
La compañía ha fortalecido sus áreas de investigación y desarrollo con inversiones cercanas a los 14 mil millones de pesos, enfocadas en nuevas tecnologías que optimizan los perfiles nutricionales y preservan la calidad sin sacrificar el sabor.
El resultado de esta apuesta se refleja en productos que unen tradición y bienestar: el Té Celema, una bebida natural y funcional; el kéfir, con beneficios digestivos; y la mantequilla ghee, de tradición milenaria y reconocida por sus propiedades energéticas. Cada creación comparte un mismo propósito: ofrecer alimentos que nutren, cuidan y conectan con el bienestar integral de las personas.
Esto no se trata de una tendencia pasajera, es una nueva manera de entender el progreso. Como afirma Satya Nadella, CEO de Microsoft: “No se trata de innovar por innovar, sino de innovar para mejorar vidas”.
Hoy, el verdadero valor de una marca no se mide solo por lo que vende, sino por lo que representa, inspira y construye para el futuro. En Celema, creemos que mirar al consumidor desde su humanidad —sus gustos, condiciones, sueños y bienestar— es el primer paso para que cada acción que hagamos como compañía tenga sentido.
Solo cuando la innovación pone a las personas en el centro de sus procesos, se convierte en un verdadero motor de transformación.
Por: Andrés Orozco
Gerente General de Celema







